julio 28, 2008

Trabajadores de Zanón

El pueblo debe comenzar de nuevo

La lucha de 2001 en Argentina ter­mi­nó por pul­ve­ri­zar el sis­te­ma de par­ti­dos polí­ti­cos y debi­li­tar todas sus estruc­tu­ras en el cam­po social. El pue­blo pue­de hoy for­mar su pro­pia opción, en la medi­da en que afir­me su inde­pen­den­cia de cla­se. Se ha per­di­do tiem­po valio­so pero, a la vez, se ha gana­do expe­rien­cia. Todos han usa­do su opor­tu­ni­dad para mos­trar su ver­da­de­ra faz ante la socie­dad: los radi­ca­les, los jus­ti­cia­lis­tas, la izquier­da, los par­ti­dos pro­vin­cia­les, los buró­cra­tas sin­di­ca­les, los pique­tru­chos y, aho­ra últi­mo, los repre­sen­tan­tes “del cam­po”. Los cono­ce­mos bien. No hay con­fu­sión posi­ble. La fal­sa opción, levan­ta­da en sema­nas pasa­das, entre el gobierno “nacio­nal y popu­lar” y la “oli­gar­quía”, se ha derrum­ba­do. Se debe des­con­fiar de los par­ti­dos polí­ti­cos del régi­men; sólo el pue­blo pue­de cons­truir su pro­pio camino.