septiembre 22, 2008

Bolivia

El pueblo lucha por construir su conducción

El 11 de sep­tiem­bre pasa­do, una ban­da de sica­rios y con­tra­ban­dis­tas bajo las órde­nes de las auto­ri­da­des del depar­ta­men­to boli­viano de Pando, abrió fue­go en con­tra de una mar­cha de cam­pe­si­nos en un sec­tor cono­ci­do como El Porvenir. Los ase­si­nos siguie­ron dis­pa­ran­do inclu­so a quie­nes se lan­za­ron al río Tahuamanu para esca­par de la embos­ca­da. Algunos sobre­vi­vien­tes fue­ron apre­sa­dos y lle­va­dos a Cobija, don­de fue­ron tor­tu­ra­dos. El núme­ro exac­to de muer­tos aún no ha sido deter­mi­na­do, pero ofi­cial­men­te se han iden­ti­fi­ca­do 15 cuer­pos, entre ellos el de una niña de sólo dos años.
Su sacri­fi­cio es una admo­ni­ción seve­ra, para quie­nes pudie­ran olvi­dar­lo, sobre la ver­da­de­ra faz de un enemi­go que no tre­pi­da en nada. Pero tam­bién es una adver­ten­cia de cuá­les son los lími­tes de quie­nes se pre­sen­tan como ami­gos del pueblo.