febrero 3, 2014

Un fallo colonial

Nuestra posi­ción es con­tra­ria a la cesión de terri­to­rios de nin­gu­na espe­cie, bajo nin­gún títu­lo. Los cam­bios de lími­tes orques­ta­dos por impe­ria­lis­mo y las bur­gue­sías loca­les per­si­guen fines con­tra­rios a los tra­ba­ja­do­res. El ame­ri­ca­nis­mo hoy sólo se pue­de enten­der como la cau­sa de los tra­ba­ja­do­res. Es nece­sa­rio, como pri­mer paso, un gobierno de los tra­ba­ja­do­res y la nacio­na­li­za­ción de las indus­trias estra­té­gi­cas. Es nece­sa­rio con­quis­tar la sobe­ra­nía ver­da­de­ra, que enfren­te al impe­ria­lis­mo y que nace de la libe­ra­ción de los hom­bres y muje­res tra­ba­ja­do­res de car­ne y hueso.