diciembre 15, 2008

Grecia

Un fantasma recorre Europa

En los salo­nes de París y Berlín, en Londres, Madrid y Estocolmo, el ejem­plo grie­go es el anun­cio de un nue­vo ciclo de com­ba­tes en medio un perío­do de cri­sis mun­dial. En los cen­tros de poder se iden­ti­fi­ca a Grecia como “el esla­bón más débil” de la cade­na de la Unión Europea. Los jefes impe­ria­lis­tas recu­rren a ese tér­mino de Lenin, pues tie­nen una noción más cla­ra del sig­ni­fi­ca­do de la situa­ción. El nue­vo ciclo de luchas popu­la­res es, en efec­to, como nun­ca antes en la his­to­ria, un pro­ce­so mun­dial. El pro­pio impe­ria­lis­mo ha gene­ra­do las con­di­cio­nes que lle­va­rán a su entie­rro. Pero esta pers­pec­ti­va revo­lu­cio­na­ria exi­ge un pen­sa­mien­to ofen­si­vo, con sen­ti­do estra­té­gi­co, que abra paso a lo nuevo.