La salida revolucionaria
Esta nueva época histórica comienza con grandes convulsiones políticas y sociales. Tanto en las naciones dependientes como en los centros imperialistas, la clase dominante ve como sus acostumbrados regímenes políticos se demuestran insuficientes para dirigir o controlar las elementales fuerzas suscitadas por la decadencia de su sistema. Sin excepción, los gobernantes dicen descubrir las bondades de un Estado fuerte, cuya intervención pudiera trazar un camino para superar los peligros de la crisis. Sin embargo, estas declamaciones sólo indican cuánto se han debilitado sus propios recursos políticos.