Dichato: Tsunami de la desvergüenza
No estuvieron en esta ocasión para defender a los niños de Dichato, ya no de las olas del mar, sino de un nuevo tsunami, el de la desvergüenza. Fueron sus padres, sus hermanos, fue el pueblo el que se alzó para protegerlos y mantener viva la llama de la dignidad en medio de la noche. Si alguien se preguntara qué es la lucha de clases, pues aquí la tiene, frente a sus ojos, concretamente.