julio 24, 2011

Dichato: Tsunami de la desvergüenza

No estu­vie­ron en esta oca­sión para defen­der a los niños de Dichato, ya no de las olas del mar, sino de un nue­vo tsu­na­mi, el de la des­ver­güen­za. Fueron sus padres, sus her­ma­nos, fue el pue­blo el que se alzó para pro­te­ger­los y man­te­ner viva la lla­ma de la dig­ni­dad en medio de la noche. Si alguien se pre­gun­ta­ra qué es la lucha de cla­ses, pues aquí la tie­ne, fren­te a sus ojos, concretamente.