Lo que falta... y lo que sobra
Muchos creen que el despertar de Aysén es una expresión de los problemas específicos de la región. Que es una rebelión en contra de las carencias causadas por la geografía, y que son agravadas por la desidia del Estado. Pero es al revés. Se trata de un movimiento que demanda la satisfacción de las necesidades más acuciantes de los chilenos. Las condiciones de aislamiento, de abandono, solamente amplifican la urgencia de las reivindicaciones. Trabajo, educación, salud, vivienda, justicia, y el derecho de decidir: son exigencias comunes a todas las ciudades y pueblos de Chile.
Lo que vemos no es un conflicto en una provincia ignota. Lo que vemos en Aysén es lucha de clases.