marzo 4, 2013

Por qué luchamos

La sali­da a esta cri­sis debe venir de quie­nes hoy están exclui­dos del poder, pese a que son la inmen­sa mayo­ría de la pobla­ción; debe nacer de quie­nes hoy no saben cuál será el futu­ro de sus hijos, pese que son los que pro­du­cen las enor­mes rique­zas del país; debe pro­ve­nir de quie­nes hoy no son escu­cha­dos y res­pe­ta­dos, pese a que son los que siguen dia­ria­men­te una con­duc­ta de hon­ra­dez, tra­ba­jo y soli­da­ri­dad. Este hecho deter­mi­na que el cam­bio nece­sa­rio debe ser de carác­ter revo­lu­cio­na­rio. Eso sig­ni­fi­ca que las trans­for­ma­cio­nes deben ser en bene­fi­cio de todos, y no de una mino­ría; que el pro­ta­go­nis­ta del cam­bio debe ser todo el pue­blo, y no unos pocos, que debe rea­li­zar­se con sen­ti­do de res­pon­sa­bi­li­dad, y no por ambi­cio­nes particulares.