Primero de Mayo
Preguntamos: ¿quién va solucionar los problemas de los trabajadores? Las deudas, los sueldos, el transporte, la salud, la educación de sus hijos, las jubilaciones de sus padres, la seguridad, ¿quién va a enfrentar esta situación que vivimos como personas y familias, pero que son la realidad de todo un país?
Y si estos problemas no son individuales, sino sociales, ¿quién señalará un futuro para nuestro país? Si Chile, doscientos años después del inicio de la lucha por su liberación, es una nación dependiente que extrae sus riquezas naturales y nuestra fuerza de trabajo a cambio de un beneficio irrisoriamente pequeño para país, y vergonzosamente rentable para el capital, ¿quién cambiará el rumbo de nuestra patria?
Es evidente que no serán quienes lucran con nuestros problemas. Es obvio que los políticos ni quieren ni pueden acometer esta tarea. Y es de ilusos esperar, a estas alturas de la historia, que aparezcan salvadores con soluciones utópicas.
Lo sabemos: sólo nosotros, los trabajadores, podemos cambiar nuestro destino. Nadie lo hará por nosotros. No podemos confiar ‑digan lo que digan, prometan lo que prometan- en los responsables del saqueo, de la corrupción, del robo, de la mentira.
Debemos confiar sólo en nuestras propias fuerzas. Lo único que necesitamos es tomar conciencia de nuestro poder. Y nuestro poder radica en que somos nosotros los que levantamos al país, los que creamos todo.
No podemos seguir regalando los frutos de nuestro esfuerzo para que otros, que no hacen nada útil, se enriquezcan a costa del futuro de nuestros hijos, a costa de un mínimo de tranquilidad y bienestar para nuestras familias.
Por eso decimos: es la hora de los trabajadores. Es la hora en que nos toca tomar las riendas y dirigir este país. Disponemos de todo lo necesario para hacerlo. Tenemos claro que nuestra fuerza radica en la unidad, que nuestra moral y nuestras razones son superiores.
Pero es preciso organizarse. Debemos unirnos, debemos luchar, debemos vencer. Debemos levantar las demandas de Chile y hacerlas realidad.
- Por un gobierno de los trabajadores
- Por la nacionalización de nuestras riquezas naturales y de las industrias estratégicas
- Por educación y salud gratuitas, universales e igualitarias; por una vivienda digna para toda familia chilena
-Por un ejército del pueblo
- Por la Segunda Independencia de nuestra América