Trabajadores: A luchar por las demandas de Chile

La Estrella de la Segunda Independencia Nº40

Primero de Mayo

Preguntamos: ¿quién va solu­cio­nar los pro­ble­mas de los tra­ba­ja­do­res? Las deu­das, los suel­dos, el trans­por­te, la salud, la edu­ca­ción de sus hijos, las jubi­la­cio­nes de sus padres, la segu­ri­dad, ¿quién va a enfren­tar esta situa­ción que vivi­mos como per­so­nas y fami­lias, pero que son la reali­dad de todo un país?

Primero de Mayo

Y si estos pro­ble­mas no son indi­vi­dua­les, sino socia­les, ¿quién seña­la­rá un futu­ro para nues­tro país? Si Chile, dos­cien­tos años des­pués del ini­cio de la lucha por su libe­ra­ción, es una nación depen­dien­te que extrae sus rique­zas natu­ra­les y nues­tra fuer­za de tra­ba­jo a cam­bio de un bene­fi­cio irri­so­ria­men­te peque­ño para país, y ver­gon­zo­sa­men­te ren­ta­ble para el capi­tal, ¿quién cam­bia­rá el rum­bo de nues­tra patria?

Es evi­den­te que no serán quie­nes lucran con nues­tros pro­ble­mas. Es obvio que los polí­ti­cos ni quie­ren ni pue­den aco­me­ter esta tarea. Y es de ilu­sos espe­rar, a estas altu­ras de la his­to­ria, que apa­rez­can sal­va­do­res con solu­cio­nes utópicas.

Lo sabe­mos: sólo noso­tros, los tra­ba­ja­do­res, pode­mos cam­biar nues­tro des­tino. Nadie lo hará por noso­tros. No pode­mos con­fiar ‑digan lo que digan, pro­me­tan lo que prometan- en los res­pon­sa­bles del saqueo, de la corrup­ción, del robo, de la mentira.

Debemos con­fiar sólo en nues­tras pro­pias fuer­zas. Lo úni­co que nece­si­ta­mos es tomar con­cien­cia de nues­tro poder. Y nues­tro poder radi­ca en que somos noso­tros los que levan­ta­mos al país, los que crea­mos todo.

No pode­mos seguir rega­lan­do los fru­tos de nues­tro esfuer­zo para que otros, que no hacen nada útil, se enri­quez­can a cos­ta del futu­ro de nues­tros hijos, a cos­ta de un míni­mo de tran­qui­li­dad y bien­es­tar para nues­tras familias.

Por eso deci­mos: es la hora de los tra­ba­ja­do­res. Es la hora en que nos toca tomar las rien­das y diri­gir este país. Disponemos de todo lo nece­sa­rio para hacer­lo. Tenemos cla­ro que nues­tra fuer­za radi­ca en la uni­dad, que nues­tra moral y nues­tras razo­nes son superiores.

Pero es pre­ci­so orga­ni­zar­se. Debemos unir­nos, debe­mos luchar, debe­mos ven­cer. Debemos levan­tar las deman­das de Chile y hacer­las realidad.

- Por un gobierno de los trabajadores

- Por la nacio­na­li­za­ción de nues­tras rique­zas natu­ra­les y de las indus­trias estratégicas

- Por edu­ca­ción y salud gra­tui­tas, uni­ver­sa­les e igua­li­ta­rias; por una vivien­da dig­na para toda fami­lia chilena

-Por un ejér­ci­to del pueblo

- Por la Segunda Independencia de nues­tra América

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