
Unidad: es la hora de luchar
Lo primero es que la unidad no es el acuerdo entre las cúpulas políticas, sino la unidad para cambiarlo todo. Debe partir de las demandas reales, concretas, más urgentes, de los trabajadores, de todo el pueblo, no de ilusiones y novísimas modas ideológicas. Es decir, sólo puede construirse en la lucha.