enero 1, 2015

¡Socialismo o muerte!

En una curio­sa coin­ci­den­cia, a la izquier­da y a la dere­cha del espec­tro polí­ti­co se ha dicho ‑pala­bras más, pala­bras menos- que el anun­cio de reanu­da­ción de las rela­cio­nes diplo­má­ti­cas con EE.UU. equi­va­le al fin de la revo­lu­ción. Pero la polí­ti­ca real es más pro­sai­ca que las gran­des pro­cla­ma­cio­nes “his­tó­ri­cas” de oca­sión. Aquí no hay “fin de la gue­rra fría”, ni recon­ver­sión, aban­dono o derrum­be de revo­lu­ción cuba­na. No esta­mos ya en esos tiem­pos. Hoy, lo que corre peli­gro de derrum­be son los regí­me­nes polí­ti­cos de la bur­gue­sía. En esta épo­ca, la ini­cia­ti­va le per­te­ne­ce a los trabajadores.