Hasta que la dignidad se haga costumbre
La experiencia de diciembre pasado, en que se formó desde las bases una fuerte corriente por la dignidad docente, demuestra que esta batalla se puede ganar. El gobierno está debilitado políticamente, al igual que los representantes del oficialismo en la dirigencia del Colegio de Profesores. Ambos buscarán desviar la lucha, confundir, frenar. Esperan radicar la discusión en el Congreso, con los parlamentarios corruptos. No hay que hacerles caso. No hay nada que hablar allí.