Mártires
Los siete trabajadores en Carahue pudieron ser nuestros hermanos, nuestros padres. Su muerte nos conmueve y nos recuerda cómo, en esta sociedad, la condición humana es reducida a un objeto, de mayor o menor utilidad. En el caso de estos hombres, servían para salvar las ganancias de la forestal Mininco, encerradas en troncos y ramas.