La experiencia necesaria

El levan­ta­mien­to popu­lar del 18 de octu­bre de 2019 ya es par­te de la his­to­ria. Muchos creen que sig­ni­fi­ca que que­dó atrás. Que pue­de ser

La clase trabajadora asume la conducción

En el Primero de Mayo, las muje­res y hom­bres que con­for­man la aplas­tan­te mayo­ría del país, la cla­se tra­ba­ja­do­ra, pasan revis­ta a sus fuer­zas, a sus orga­ni­za­cio­nes, a su

El pueblo toma fuerza

Las elec­cio­nes pró­xi­mas repre­sen­tan el regre­so a la vie­ja tram­pa del “mal menor”. Pero se tra­ta ‑a pesar del supues­to enfren­ta­mien­to entre “fas­cis­mo” y “pro­gre­sis­mo”- de un epi­so­dio fugaz en las luchas del pue­blo. Los tra­ba­ja­do­res hoy tie­nen la ini­cia­ti­va y tie­nen que pre­pa­rar­se para luchas decisivas. 

Hombres y mujeres de Chile: ¡a la revolución!

El miér­co­les 15 de octu­bre fue un día de pri­ma­ve­ra, una jor­na­da labo­ral más para millo­nes de tra­ba­ja­do­res. Pero muchos no podían dejar de advertir

El miedo al pueblo

El ase­si­na­to de un joven en el Panguipulli estre­me­ció a todo el país. Tras la eje­cu­ción los cara­bi­ne­ros esca­pa­ron como delin­cuen­tes. No es la for­ma en que actúa quien dice sólo defen­der­se. Es la for­ma en que actúan los ase­si­nos que tie­nen temor. Es el mie­do al pue­blo. Demuestra la prin­ci­pal con­se­cuen­cia del levan­ta­mien­to popu­lar ini­cia­do el 18 de octu­bre: el sur­gi­mien­to de un autén­ti­co poder el pueblo.

Unidad y Dignidad Dichato

DECLARACIÓN PÚBLICA Hoy, julio de 2011 el Movimiento Territorial de Pobladores, fren­te a las deman­das de los pobla­do­res y pobla­do­ras de la loca­li­dad de Dichato, uno de

¡Ninguna decisión sin nosotros!

TODOS A LA MARCHA CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LA RUTA 160
Declaración públi­ca:
Ninguna nego­cia­ción que aten­te con­tra la dig­ni­dad de los pobla­do­res
Ninguna deci­sión sin noso­tros
No más mentiras

¡Nunca más solos!

Los revolucionarios no mueren

Como muchos otros jóve­nes, los her­ma­nos Vergara Toledo; Eduardo, Rafael y Pablo, repre­sen­tan a una gene­ra­ción que vivió y cre­yó en la nece­si­dad y la posi­bi­li­dad de hacer la revo­lu­ción en Chile. No eran dife­ren­tes. No eran espe­cia­les, eran par­te del pue­blo que se había pues­to de pie. Pero eran par­te de un pue­blo cons­cien­te, sin temor, que se enfren­ta­ba dia­ria­men­te a la muerte. 

El cambio somos nosotros

No dirá que el mun­do está con­vul­so por­que, otra vez, la cla­se tra­ba­ja­do­ra se ha echa­do a andar. No seña­la­rá que son los explo­ta­dos, los mar­gi­na­dos, los mis­mos de siem­pre que se orga­ni­zan, des­equi­li­bran el orden esta­ble­ci­do y se pre­pa­ran para cam­biar­lo todo. No lo dirá.
Pues lo dire­mos noso­tros. Diremos que esta­mos acá, levan­tan­do la dig­ni­dad. Que la fuer­za de los tra­ba­ja­do­res se orga­ni­za y se for­ta­le­ce en el con­ti­nen­te ame­ri­cano, en todo el mun­do, que nun­ca más esta­re­mos solos. Les dire­mos que nun­ca más ten­dre­mos mie­do. No lo nece­si­ta­mos. No pode­mos temer cuan­do está en nues­tras manos el futu­ro de nues­tros hijos.